"Ciclón tropical"
es el término científico para una circulación
meteorológica cerrada, que se desarrolla sobre aguas tropicales.
Estos fenómenos meteorológicos a gran escala, no
frontales y de baja presión, ocurren en todo el mundo sobre
zonas que se conocen como "cuencas tropicales de ciclones".
El nombre para ellos varía: en el Atlántico y el
noreste del Pacífico se denominan "Huracanes"
en base a la palabra Maya "hurakan", nombre
con el que los mayas y caribes llamaban al dios de las tormentas
y a los espíritus diabólicos; en el noroeste del
Pacífico "Tifones" y en el Pacífico sur
u Océano Índico "Ciclones".
En la cuenca tropical de ciclones
del Atlántico, que incluye el Océano Atlántico,
el Mar Caribe y el Golfo de México, los huracanes se originan
principalmente en el Atlántico norte y en menor grado en
el Caribe. Los huracanes también nacen en el noreste del
Pacífico, donde pueden afectar la costa occidental de México.
Todas las depresiones tropicales
en la fase de formación que se convierten en huracanes,
se originan bajo condiciones meteorológicas similares y
exhiben el mismo ciclo de vida, que se definen por los niveles
de velocidad del viento que se mantienen por lo menos durante
un minuto, cerca del centro del fenómeno (velocidad sostenida).
Los huracanes son
el resultado de una liberación normal de calor y humedad
en la superficie de los océanos tropicales y ayudan a mantener
el calor atmosférico y el balance de humedad entre las áreas
tropicales y no tropicales; para su
formación se requiere de una temperatura en superficie del
mar de por lo menos 27 grados Celsius (81 grados Fahrenheit).
El crecimiento de
un huracán ocurre cuando la presión en el centro de
la tormenta desciende por debajo de los 1,000 milibares (mb), mientras
que la presión exterior del fenómeno permanece normal.
Las etapas formativas
del huracán se conocen como: depresión tropical (con
circulación del viento en superficie, en sentido contrario
de las manecillas del reloj, con velocidades máximas de 62
km/h.); tormenta tropical (cuando el viento máximo en superficie
es de una intensidad de 63 a 117 km/h.) y huracán (cuando
los vientos exceden los 117 km/h (63 nudos). A partir de este punto
los huracanes reciben un nombre y se clasifica de acuerdo a su peligrosidad.
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